Los trabajos realizados en la manzana XXIV del yacimiento de Numancia "han aportado una documentación significativa, que vienen a apoyar la superposición estratigráfica de Numancia, una ciudad superior romana y, por debajo de ésta, dos ciudades celtibéricas".

El delegado territorial, Manuel López, visitó hoy la zona donde que un equipo arqueológico, dirigido por Alfredo Jimeno, desarrolla desde el 17 de julio excavaciones arqueológicas. Se trata de la manzana XXIV, que ocupa aproximadamente unos 1.600 metros cuadrados.

Jimeno explicó que esta actuación "ha permitido documentar la ciudad romana y alcanzar el nivel de una ciudad celtibérica, que muestra evidencias de haber sido quemada y destruida como se deduce de las características de los adobes y postes quemados".

Asimismo, el director recalcó que el nivel de la época romana "ofrece unas características bastante deterioradas por su superficialidad, arañada por los trabajos agrícolas durante muchos años".

"Hasta el momento, se pueden documentar las estratigrafías, constatando los niveles de la ciudad de época romana y un nivel celtibérico, que no se sabe todavía si se trata de la ciudad destruida por Escipión (133 aC) o de la ciudad destruida en las Guerras Sertorianas (75-72 aC).", según aclaró el arqueólogo.

Estos trabajos de excavación, financiados por la Junta de Castilla y León con 18.150 euros, comenzaron en 2016, cuando se excavaron unos 400 metros cuadrados de la manzana, abarcando toda su anchura, de norte a sur.

Un equipo constituido por 60 personas, formado por doctores, licenciados y alumnos de la Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad de Salamanca, Universidad de Castilla La Mancha, Universidad de Zaragoza y York University de Canadá, trabajan a diario en las labores, acompañados por un grupo de 22 jóvenes del campo de trabajo ‘La Numancia celtibérica’.

Además, las tareas se completan con las obras de rehabilitación de la casa celtibérica, en la que la Consejería de Cultura y Turismo invertirá previsiblemente unos 30.000, y con la que el yacimiento adquirirá valor añadido.

Por su parte, el jefe del Servicio Territorial de Cultura, Carlos de la Casa, y la arqueóloga territorial, Elena Heras, que acompañaron al delegado durante la visita, comprobaron el avanzado estado de las obras de reparación de la casa, llevada a cabo por la empresa Areco Arqueología S.L..

En concreto, se ha reconstruido la cubierta, con la instalación y fijación de un nuevo manto de paja de centeno para recuperar su grosor óptimo y la recolocación de las varas de sujeción desplazadas y reparación de los aleros. Para ello, se ha empleado una técnica recuperada de la tradición, el engavillado, consistente en el empleo de haces de paja cortados y atados entre sí.

Además, se ha reparado el revoco exterior para reducir las fisuras mediante la aplicación manual de mortero de barro, y se ha limpiado y aplicado revoco ligero de barro en el interior de la casa.

La rehabilitación, que se lleva a cabo bajo la supervisión del Servicio Territorial de Cultura, culminará con la mejora de mobiliario y utensilios, y otros trabajos de carpintería como el ajuste de ventanas y puertas.