Sin liberación ni preso indultado. Así procesionarán esta tarde de Sábado Santo los hermanos de la Cofradía de la Soledad junto a Nuestra Señora de la Soledad después de que el Consejo de Ministros acordase la concesión de siete indultos a presos del país con motivo de la Semana Santa y se olvidara de la petición burgalesa.
Un "duro mazazo" para una de las cofradías más antiguas de la región- data del siglo XVI- que lamenta a estas horas la decisión gubernamental que impedirá que se produzca uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa burgalesa con la liberación de un preso en el Arco de Santa María.
No es la primera vez que ocurre, ya que hace dos años tampoco se aprobó la propuesta presentada desde la cofradía y, el año pasado, el preso que indultaron no era siquiera de Burgos, sino de Algeciras, según recordaron. La decisión ha caído en la cofradía "como un jarro de agua fría", pues supone no cumplir con una tradición que se remonta en Burgos al año 1447, cuando la puso en marcha Juan II de Castilla para que se propagara después por toda España.
Para el prior de la cofradía, Carlos Gutiérrez, supone un "duro golpe", pues "la procesión quedará sin uno de sus elementos fundamentales y por el que la gente acude a rezar a Nuestra Señora de la Soledad, que es la liberación de un preso". Un preso con el que la cofradía quiere hacer patente su servicio caritativo y que ha cambiado la vida de muchos de sus protagonistas. "Algunos de ellos son cofrades, junto con toda su familia, son gente extraordinaria", comentó.
La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad se echará esta tarde a las calles de Burgos con su patrona, la Virgen de la Soledad, dando vida a una de las procesiones más personales de la Semana Santa burgalesa. Como marca la tradición desde hace casi cinco siglos, la talla de Nuestra Señora de La Soledad procesionará a partir de las 20 horas en la más absoluta soledad por las calles de Burgos para escuchar el canto de las Madres Salesas antes de volver a la iglesia.