Representantes del comité de empresa de la central nuclear de Santa María de Garoña aseguraron este miércoles que no ven "otra alternativa" que la reapertura de la central ya que llevan cuatro años en los que la plantilla no ha parado su actividad, por lo que entienden que el objetivo de su propietaria tiene que ser que siga funcionando.
En nombre del comité de empresa de Garoña, siguieron el debate desde la tribuna de invitados Alberto César González (USO), Pedro San Millán (UGT), José Antonio Caubilla (Atype) y Pablo Alonso (Alog), todos ellos "frustrados y decepcionados" por las intervenciones de los políticos intervinientes.
Al respecto, censuraron que se trasladen "datos erróneos" y se refirieron, en declaraciones a los medios recogidas por Ical, a que la socialista Virginia Jiménez hablara de 167 empleados en la plantilla, cuando explicaron que son unos 440, pero tampoco los mil a los que alude el PP.
"La solución no está aquí", aseguró el representante de UGT, que, como sus compañeros, tildó de político lo escuchado en función de la fuerza a la que cada procurador representaba. Tampoco, el comité de empresa entra en el argumento esgrimido por la oposición de que el permiso a Garoña abre una vía de 60 años para el resto de plantas.
En lo que sí incidieron es en que en estos cuatro años, desde diciembre de 2012 en que paró la nuclear, ellos no han parado su actividad, algo que interpretan en que la empresa, Nuclenor, piensa en reabrir cuando tenga el permiso del Gobierno, lo que ha avalado el último informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). "No entendemos otra alternativa, ni camino; sino por qué estos cuatro años allí", afirmaron.
Respecto a sí la central es segura, otro de los puntos para el rechazo de los grupos de la oposición, el representante de USO, Alberto César González, fue tajante: "Llevo 34 años allí, si Garoña no fuera segura, no estaría allí con mi familia"