En el norte de la provincia de Palencia se abre una puerta que conecta el mundo terrenal con el de la muerte: el megalitismo. Hace miles de años, algunas personas decidieron invertir su esfuerzo y sus medios para construir en una tierra inhóspita el lugar de eterno reposo para sus muertos. Los dólmenes, como el de la Cabaña en Sargentes de la Lora, son los mausoleos del pasado. Pasillos y cámaras funerarias que aún son visibles, pero que no permiten conocer el simbolismo que encierran. Además de las construcciones funerarias otros elementos megalíticos como los menhires (piedras verticales de gran tamaño) proponen más preguntas que respuestas y suponen todo un reto para los arqueólogos.