Alrededor de 150 personas cortaron hoy lunes 30 de enero durante quince minutos la Nacional I en recuerdo a la última víctima de la vía. Un joven de 24 años que perdió la vida el pasado 23 de enero después de que chocara contra un camión el pasado otoño a la altura de Rubena (Burgos). En el mismo punto del siniestro, vecinos y familiares de la víctima han reclamado una liberalización "inmediata" de la autopista.
"No podemos esperar a que finalice la concesión en diciembre de 2018 porque nos jugamos la vida todos los días", indicó el portavoz de la Plataforma de Afectados por la Nacional I, Rafael Solaguren, que lamenta "la actitud irresponsable" de los políticos que "no hacen nada para que no haya más heridos o muertos en esta carretera".
En declaraciones a los medios, Solaguren avisó que "puede haber más muertes" que las que quedan reflejadas en las estadísticas de la Dirección General de Tráfico, si se tiene en cuenta que, como ha sucedido con la última víctima de la nacional, la persona queda herida y fallece a las semanas o a los meses del accidente. "No tenemos más datos que los que constan en la DGT pero los datos de víctimas claro que pueden ser más altos".
Solaguren recordó que desde hace dos décadas "ya se viene avisando del peligro" y de la mala señalización de tramos como el kilómetro 255 de la Nacional I, ubicado en Rubena, en el que "pese a lo que dicen las señales es peligroso adelantar". "Si a eso le sumamos la cantidad de camiones...", finalizó.
El corte de la Nacional I se prolongó durante quince minutos formando retenciones que llegaron hasta el barrio de Villafría, cercano a la capital burgalesa. En la concentración no faltaron las cruces negras que denuncian el mal estado de la vía y el peligro que existe en muchos de los tramos de la antigua carretera que unía Madrid con el norte de España. Una carretera que se encuentra demasiado cerca de la autopista (AP-1) que para los vecinos "es la única solución" a los accidentes mortales que se han registrado en los últimos años.
"No queremos que nuestros hijos sean los siguientes", avisaron varias vecinas de una localidad cercana. Las mismas mujeres que arroparon a los familiares de las última dos víctimas mortales durante la colocación de una cruz y un ramo de flores en recuerdo a unos hijos que ya nunca regresarán a sus casas.