Pocas cosas hay más misteriosas que aquellas que el ser humano del siglo XXI es incapaz de comprender. Teorías e hipótesis son, en muchos casos, los pilares que sirven para tender puentes que no sólo unen a personas, sino también a tiempos separados por varios milenios. Son una puerta entre el ayer y el hoy.
Una de esas entradas se encuentra a las faldas del enigmático monte Teleno, que antes de convertirse en la mayor mina de oro romana conocida, fue único testigo de lo que sucedió hace miles de años en este paraje de la maragatería y que tuvo como resultado estas enigmáticas figuras cinceladas sobre la dura roca: los petroglifos de la maragatería.
Enero del año 2008, Juan Carlos Campos, un investigador aficionado de Astorga, paseaba cerca del municipio cuando su camino se vio interrumpido ante la presencia de dos rocas de granito negro que llamaron poderosamente su atención, su superficie escondía un enigma que durante más cuatro milenios ha permanecido oculto.