La Unión Europea ha tardado menos de un año en poner en marcha la Guardia Europea de Fronteras y Costas para hacer frente a la crisis migratoria.
Este nueva herramienta provee a los Estados miembros de una fuerza de respuesta rápida de 1.500 guardias fronterizos para hacer frente a emergencias.
Sin embargo, muchos detalles respecto a su implementación no están claros y sus objetivos se consideran muy ambiciosos.