Pastora Vega, en Es Amor: "Hay que relajarse y aceptar el presente"

Pastora Vega, que estuvo en Es Amor con Ayanta Barilli, representa en el Teatro Lara de Madrid Una relación pornográfica, obra teatral basada en la película francesa del mismo nombre en el que dos adultos contactan a través de una revista de contactos. La pareja en la ficción y en la vida real lleva a cabo en la obra "una fantasía sexual bastante sofisticada, tan tremenda, tan tremenda" que su personaje "no puede desvelarla". Un encuentro "exclusivamente sexual" con el fin de "empezar al reves", empezando por un "encuentro totalmente sexual y bastante atrevido". "Ni siquiera saben sus nombres".

Reflexionando sobre su labor de actriz, Pastora asegura que "cuando somos publico no somos conscientes de cómo determinamos en muchos sentidos el clima y la temperatura" de lo que ocurre con los actores, sobre el escenario. A veces, dijo Pastora, hay "gente nerviosa por lo que vé y oye, y se ríe", algo que "a veces a los actores nos desconcierta". No obstante, "otras veces es una gozada" porque hace a los actores "sentirse acompañados". 

En la obra Una relación pornográfica, dijo, se "comparte con el publico la montaña rusa de una persona que se cree adulta y muy mayor, dos personas que se creen vacunados frente a cualquier montaña rusa emocional, y que con la cosa más tonta del mundo empiezan una historia que les marca para siempre".

Una "propuesta decididamente diferente, con diversos desafíos" para su faceta de actriz, debido a que "humor e inteligencia se reflexiona sobre el miedo a comprometerse, sufrir por amor, y que los actores nos pone en un disparadero que es el flashback en directo". Algo que en teatro "no es como una película", matizó.

La obra, en definitiva, versa sobre el "incontrolable movimiento de la vida, tu quieres controlarlo" pero finalmente no se puede. Vega, cuyo romance con Ribó tras la ruptura con Imanol Arias saltó a la prensa durante los meses, aseguró en Es Amor que "hay que relajarse y aceptar el presente, resistirse es un doble sufrimiento" tanto en la ficción como en la vida.

Pastora Vega se confesó ante Ayanta sobre su primer amor. "El primer mariposismo empezó muy pronto, mucho más de lo que creemos. Es cuando empiezas a hacer hasta el ridículo y me pasó de pequeñita en la playa con un francés que veraneaba y era absurdo, yo tenía doce y él dieciséis, que en esas edades es un abismo". Todo el verano pasa entonces "por una mirada, por un roce".

Sobre el amor en general, la actriz consideró en el programa que "nos han vendido la historia del amor de toda la vida, es muy bonito pero muy complicado, muy difícil. A todos nos gustaría, pero porque, no hay que tener ningún modelo preconcebido". Hay, pues, que "mirar si tú estas bien, porque hay personas que no son capaces de amar incondicionalmente. El amor tiene muchas caras". Amor es, dijo, "reconocerte en el otro" y cuando sucede lo contrario, entonces es "malo".

El amor, reflexionó Pastora, "funciona como una suerte de imán. Lo reflejamos. Cuando hay interferencias el imán no conecta, hay que hacer un acto de fe" y "estar alerta para recibir cuando menos se lo espera", porque es entonces cuando aparece bajo la "cara y los ojos de quien no crees que es".

Sobre su personaje y la fantasía que oculta al público durante la obra, aseguró que ella misma tiene "una fantasía, varias", que podrían ser las del personaje. Pero "no me sirve realmente como actriz, no es fundamental para transitar por todo el recuerdo que tiene que vivir" el personaje. Los cabos sueltos que deja la función, favorecen a la obra. "Lo más pornográfico no es la fantasía, es que se desnudan emocionalmente de verdad" dos personajes solitarios.

La actriz considró finalmente que el sexo es algo que "esta en la cabeza y en las ganas que tu tengas de disfrutar de algo. Entonces se puede convertir en una atracción desbordante. Fantasear es mucho más interesante que algo más circense".