El historiador Pedro Corral ha visitado Es La Mañana de Federico para presentar a los oyentes las exclusivas publicadas en Libertad Digital sobre los asesinatos masivos perpetrados en la retaguardia roja.
Tres exclusivas que surgieron, contaba Corral, buceando en los documentos recientemente digitalizados del archivo del Centro de Documentación de Cruz Roja.
La documentación, traducida por primera vez del francés ("no está citada en la bibliografía en español sobre este tema") consta de cartas o informes que el médico y pediatra Georges Henny, delegado de Cruz Roja Internacional en Madrid, hizo de aquellos sangrientos días de noviembre y diciembre de 1936.
Henny intenta trasladar a los responsables del gobierno de la Segunda República en Madrid que los miles de detenidos tienen que ser considerados "prisioneros de guerra" y que por tanto su vida está resguardada por "convenciones internacionales".
Este doctor junto al cónsul noruego Felix Schlayer informan de ello al presidente del gobierno, Francisco Largo Caballero y a otros altos cargos, que "no les puede tocar un pelo". La respuesta es el rechazo a esta petición, dan largas y mienten incluso sobre el paradero o destino de los miles de detenidos, la mayoría militares en la reserva, padres e hijos de una misma familia.
Henny, de 29 años, cuenta Corral, "es muy interesante, es un personaje absolutamente neutral". En los documentos publicados en exclusiva en Libertad Digital se puede ver cómo también informa a Ginebra de los bombardeos nacionales sobre la capital de España.
Este hallazgo histórico da "otra dimensión a las sacas y matanzas de Paracuellos porque el gobierno lo sabe", "Miaja con Carrillo dan garantías sobre los presos" de cara a los observadores internacionales. Las sacas se producen y los asesinatos masivos también.
Georges Henny consigue huir de Madrid cuando comprende que su vida también corre peligro, el gobierno republicano ha asaltado la embajada de Finlandia. En las embajadas se refugian "cerca de 10.000 personas". Sobrevolando Guadalajara el avión en el que va a Ginebra es derribado por un caza soviético al servicio del bando rojo y sobrevive de milagro.