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Conocer a una mujer

A veces, conoces a una mujer.

Salta un relámpago dentro de tu cabeza 

y todo resplandece cegándote.

El trueno hace tiritar toda la piel de tu cuerpo.

Te me metes en la cesta y el globo te sube.

Todo es hermoso. 

La tierra está roturada en trozos perfectos.

Cada uno tiene el color que debe.

Todos son del tamaño exacto y encajan entre sí.

Los tejados seguro que están tapando historias de amor.

Y te dejas llevar al son del viento.

Hasta que aparecen esas malditas nubes.

Hay que descender rápido.

El viento bambolea el globo y la canasta tiembla asustada.

Cuando tocas la tierra de nuevo, llueve.

Recoges la lona ya desinflada,

Te acurrucas en el cuenco de mimbre y te cubres con ella.

A veces la tela no te abriga.

Deja pasar la lluvia y tiemblas de frío.

A veces, la lona te abriga.

Te tapas hasta la cabeza, sientes calor

y te abandonas al sentimiento.

Un abrazo caluroso y seco, mi niñita de por las noches.

Juanpe

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