Yo no le busco punta a lo que haga Esperanza.
Para mí, lo que ella decida estará bien decidido, mientras no me defraude.
A Granados le tengo buena consideración y le ruego siga apoyando a la Sra. Aguirre en lo que necesite.
Mi mujer me decía ayer que Dña. Esperanza Aguirre "tiene unos ovarios tan cojonudos como La Tacher o La Merkel".
¡QUÉ BUENA MINISTRA DEL INTERIOR HARÍA!
Pero comprendo que quiera seguir cumpliendo con su obligación de Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Single
Nada extrañaría, que en este tiempo de reformas, no solo la sra. Aguirre, sino que el PP se acomode a las nuevas circunstancias que en nada desdicen de los que sufriesen un relevo.
Así como el pesoe nos ha dado esos cuadros de ineptos para que no hiciesen sombra al todo poderoso y gran estadista (iluminado...) de Zp. al PP le sobran dirigentes muy bien capacitados, y tanto es así que para cualquier cargo hay que elegir entre muchos que son todos "los mejores", pues aún así se las van a ver para levantar este cadaver de España que nos dejan los progresistas socialistas.
Ayudemos todos,, sin partidismos, aceptando las reformas necesarias para no caer más bajos aún que Grecia.
Los comunistas ya anuncian manifestaciones, quieren una España de subvenciones y paro, quieren la catastrofe de los paises comunistas.
SR Fernández Lasquetty : Lo que hace Doña Esperanza es gobernar, gobernar (además muy bien a los hechos me remito) nlo templar gaitas como diría FRAGA.
El Sr. Rajoy debería tomar buena nota y ponerla de Ministra del Interior... Es la única persona que arreglaria a la Policía que falta le hace. Lástima de Institución, lo que fué y en lo que la han dejado estos quen la dirigen.
Doña Esperanza Aguirre es una excelente politica y los que la conocen no cuestionan ni sus nombramientos ni sus ceses.
Don Franciscos Granados tambien nos agrada, y todos entendemos que a veces se prescinde en el PP de gente valiosa y la renovación tambien es conveniente.
Hay una excelente cantera en ese Partido.
No me gusta nada Esperanza Aguirre, lo que pasa es que en el mundo de los ciegos, el tuerto el rey.