Pérez, en declaraciones a esRadio, calificó los insultos y las pintadas amenazantes aparecidas en la sede de los populares en Alcorcón como una "muestra de intolerancia, de totalitarismo y falta de respeto".
En concreto, la pintada ha aparecido en el inmueble que el PP utilizó como oficina electoral durante la pasada campaña, y que se encuentra situada a escasos metros del Ayuntamiento del municipio.
Algo que, de todas formas, no va a intimidar al nuevo gobierno de la localidad. "Tenemos el apoyo masivo de los vecinos y por eso vamos con la cabeza bien alta. Nadie va a conseguir que la agachemos", aseguró a los micrófonos de esRadio.
Y anunció que lo que va a hacer él y su grupo es "adoptar medidas dentro del ayuntamiento para que nos se repitan ese tipo de casos". Para el alcalde de Alcorcón, "da igual que se pinte la sede del PP o cualquier otro partido, lo importante es que la gente respete la democracia y respete los bienes públicos", aseveró. "Y el que no esté dispuesto a hacerlo lo va a pagar muy caro porque este ayuntamiento va a combatirlo con todos los medios a su alcance", anunció.
"Ahora lo que intentan es quitarse la frustración antidemocrática que tienen e intentar desanimarnos. Ahí lo llevan claro, yo como todo mi equipo estamos ilusionadísimos con arreglar la situación que nos ha dejado aquí el partido socialista que es tremenda", dice en referencia al anterior alcalde, Enrique Cascallana, responsable de iniciativas tan costosas como un centro cultural del que pocos saben todavía su utilidad.
En referencia a los insultos, dijo, "es lo que vienen poniendo" desde siempre. Y calificó como "fascismo, fascismo de izquierdas pero fascismo", el contenido de las pintadas, que atribuye a una "izquierda radical que no respeta la voluntad de la gente y que se lleva cebando con el PP desde que yo he aparecido por aquí", y que por lo tanto, "necesita tomar lecciones democráticas".