En el programa especial de Es la Noche... desde Murcia, César Vidal ha entregado el premio Camachuelo Trompetero a la trayectoria ejemplar del año a Francisco José Alcaraz. Después de un larguísimo aplauso del público, Alcaraz le ha dado las gracias a los oyentes y espectadores de esRadio por un premio que es, dijo, para "todos los que han hecho posible la rebelión cívica".
Emocionado, dedicó el premio a "una persona que ha luchado" con él, víctima de ETA, fallecida recientemente en accidente de tráfico. Su mujer, Mamen, subió después para manifestar que el apoyo que le ha brindado a su marido es en realidad el apoyo que "cualquier español de bien" le daría a "las víctimas del terrorismo".
Alcaraz también se ha referido al momento actual, con Bildu recién llegada a decenas de ayuntamientos vascos, como el de San Sebastián, y a la Diputación General de Guipúzcoa. El presidente de Voces contra el Terrorismo confesó sentirse "derrotado": "Creo que España ha perdido. Lo único que intento mantener en pie es mi historia personal. Todos los ciudadanos debemos hacer lo que es nuestra obligación moral, para que ETA no acabe con nosotros".
El ex presidente de la AVT afirmó que su sentimiento es compartido por "la mayoría" de las víctimas. Creen que "los vencedores son ellos" después de que tras estos años de lucha se les haya hecho "caso omiso". "Además, compartimos la decepción de pensar que todos los pasos que se han dado van a ser irreversibles", dijo. Para Alcaraz, "aún podemos tener la esperanza de que el PP les eche, pero creemos en ellos por necesidad, no porque estemos convencidos".
Alcaraz también subrayó la culpa que en esta situación ha tenido, en su opinión, la propia sociedad: "Hemos perdido los españoles y la sociedad civil ha sido responsable. Ha habido una sociedad civil muy cobarde, empezando por la sociedad vasca" y por el resto, "muy poco solidaria" con quienes sufrían el terror.
Preguntado por el momento en que se convenció de que había una negociación en marcha, Alcaraz citó la primera manifestación de las víctimas, el 22 de enero de 2005, cuando se les acusó de una agresión a Bono. "Tuve conversaciones con personas muy vinculadas a Interior, y me quedé totalmente convencido de que el proceso de negociación estaba pactado y que era casi imparable si no echábamos al PSOE del poder", contó.
César Vidal intentó convencer a Alcaraz de que aunque se haya sufrido una "terrible derrota", la guerra no está perdida. "Creo que aunque hablemos de una derrota muy dura, va a ser reversible a muy largo plazo", aunque sea "muy difícil" y se haga necesaria una gran "voluntad política". "No es el final, y si perseveramos acabaremos venciéndoles. Te voy a pedir que creas en mí", dijo al impulsor de la rebelión cívica contra ETA y quienes les apoyan.