Loquillo, una de las estrellas del rock nacional más importantes, ha estado En casa de Herrero para presentar Rock & Roll Star. 30 años/1980-2010, un recopilatorio donde queda plasmada toda su trayectoria musical. Cinco discos con más de 100 canciones, algunas inéditas; 3 DVD’s con 42 videoclips, sus inicios televisivos en programas como Musical Express y La edad de oro, y algunos directos.
El propio Loquillo, muy exigente con él mismo, ha quedado muy satisfecho de este esfuerzo recopilatorio. “Todas las cosas que hecho están”. Incluso temas inéditos, canciones que quedaron perdidas en sesiones de grabación… “Hay canciones que nunca había escuchado”, dice Loquillo, quien reconoce que ha sido toda “una sorpresa” para él.
“A veces tienes que dar pasos para atrás para dar uno hacia delante”, explica el músico. “Uno tiene que ver lo que ha hecho, reflexionar y utilizar eso para dar un paso hacia delante”.
Su gira, que estará dividida en dos partes, empezará en marzo. Después de recorrer distintos puntos de España viajarán hacia Latinoamérica. Pero Loquillo nunca para, siempre está en movimiento. Dos nuevos proyectos darán la luz este año que viene: un disco dedicado a la poesía de Luis Alberto de Cuenca y la publicación de su segunda novela, que verá la luz en abril, que es la continuación de El chico de la bomba, donde se narra la vida de un adolescente en la Barcelona de los años 70.
Es esta ciudad y esos años, fin de una época, los que le unen a Federico Jiménez Losantos. “Lo que cuenta en La ciudad que fue: Barcelona, años 70, es cierto”.
Loquillo, que da un notable alto a su carrera, ha rememorado cómo fueron aquellos años de éxitos y excesos. “En los años 90, con un éxito desmesurado, me di cuenta de que tenia dos opciones: seguir y destruirme o parar y reiniciar. Y decidí parar y reiniciar”. Fueron sus amigos de toda la vida los que le advirtieron de que se le estaba “yendo la pinza. Y paré en seco la máquina”. Decisión que le “salvó la vida”, tanto a “nivel personal como musical”.
“Hay momentos en que uno tiene que ver eso claro, sobre todo si te gusta la vida, si me hubiera gustado el negocio lo hubiera continuado. Pero a mi me gustaba la música, la poesía. Habría sido marioneta de algún lobby mediático” y cuando este lobby se hubiera cansado les hubiera apartado, explica el Loco.
Pero cuando Loquillo y los Trogloditas decidieron separarse habían conocido el éxito. Habían teloneado a dos de las bandas más míticas de la historia: los Rolling Stones y los Who. Y habían conseguido “el record de mayor asistencia a un concierto en España”. Fue en un recinto en Barcelona con 140.000 personas que pagaron 1000 pesetas por la entrada. Los teloneros fueron Héroes del Silencio, recuerda Loquillo.
El músico afirma tajante que no volverá “a tener nada parecido a los Trogloditas, que se acabaron cuando murió Guillermo Martín. Telonear a los Who fue un gran broche. Nunca me han gustado los grupos que vuelven por dinero”.
Preguntado por qué le pareció Aznar cuando le conoció en una cena organizada por Pedro J. Ramírez, Loquillo ha explicado que se ha reunido “con políticos que han pedido sentarse conmigo para saber mi opinión sobre determinados temas. Felipe González era una estrella del rock y Aznar una persona que sabe escuchar y rodearse de un equipo. Son dos maneras de gobernar”.