El conselleiro de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, adelantó hoy que el próximo año la Xunta va a aprobar un plan estratégico para el sector forestal. Según destacó, el objetivo es identificar las oportunidades que ofrece la industria de la madera en Galicia e incrementar su uso en sectores como lo de la construcción o el diseño.
El conselleiro inauguró esta mañana en Ourense la jornada Industria Forestal en Galicia: retos y oportunidades, donde puso de manifiesto a apuesta del Gobierno gallego por revalorizar la cadena monte-industria. Conde se refirió a las posibilidades que ofrece el sector forestal alrededor de un recurso tan abundante en Galicia como es la madera y la industria que se mueve en torno a ella; desde la primera a la segunda transformación. Y aseguró que en el aprovechamiento de los recursos forestales está la mejor fórmula para luchar contra lo abandono del monte y para hacerlo más productivo.
"Este plan estratégico va a recoger las medidas necesarias para dar un ánimo a la industria forestal, mejorando la innovación tecnológica, la modernización de la industria y las diferentes iniciativas que la pueden hacer competitiva desde el punto de vista de nuevos mercados", subrayó Conde.
Además del futuro plan estratégico, recordó que la Xunta trabaja en el diseño de un Plan de formación específico para el sector forestal adaptado a las necesidades de las empresas y centrado en tres ámbitos: la explotación forestal, la primera y la segunda transformación de la madera. Es indispensable, agregó, para que todas las medias de innovación tecnológica que precisa la industria "puedan desarrollarse con el personal calificado".
A través de la formación, aseguró, se da respuesta a los nuevos perfiles profesionales que demandan las empresas de esta industria. También al reto de reciclar los puestos laborales que se van quedando obsoletos por causa de la tecnología, que hace que muchos trabajadores tengan que adquirir nuevas habilidades para realizar funciones más especializadas. Y, en definitiva —incidió— a las necesidades de una industria más moderna, innovadora y digitalizada que es hacia donde tiene que dirigirse la industria forestal.
El conselleiro remarcó que los retos y oportunidades de la industria forestal en Galicia son retos y oportunidades para lo rural gallego. Y, así, subrayó que la Xunta quiere canalizarlos a través de la Agencia Gallega de la Industria Forestal, que tiene como cometido principal: reforzar la competitividad y la innovación en las empresas del sector forestal, y convertirlo en abanderado de la apuesta de la Xunta por la economía verde.
A ella se incorporará el CIS Madera, que va a ser fundamental para acompañar las necesidades del sector, especialmente en lo relativo a la innovación y a los nuevos usos de la madera.
Una normativa para impulsar el sector
La Ley de implantación empresarial va a ser el estímulo para hacer crecer el sector forestal gallego desde el máximo respeto al medio ambiente. Trae consigo una mayor agilidad administrativa que, en el caso de esta industria, va a permitir menos tramitación a la hora de autorizar las talas. Es decir, una ventana única para no tener que sortear las más de 6 fases de autorización que se precisaban hasta ahora, o para evitar que existan diferentes procedimientos de tala según el ayuntamiento donde se solicite; el que garantiza una mayor igualdad de oportunidad entre los productores.
Esta normativa también amplía el régimen sancionador ante cualquier incumplimiento y en las zonas de servidumbre de espacios protegidos facilita la tala de árboles no autóctonos, protegiendo las que son propias de nuestra geografía.
Conde indicó que la mitad de la madera que se corta en España es gallega, y que la cadena monte industria representa alrededor del 2% de la economía de la Comunidad y el 2,3% del empleo. Este dato, aseguró, da cuenta de que estamos ante un recurso natural que hace falta proteger pero del que también hace falta impulsar su vertiente socio-económica porque es el mejor modo de defenderlo y de ofrecer calidad de vida y progreso al rural gallego, concluyó.