El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no comparecerá en el pleno de la próxima semana para abordar de forma monográfica la integración del Banco Popular-Pastor en el Santander, pero En Marea y BNG llevarán este asunto a la sesión de control para exigir explicaciones.
De ello han dado cuenta en rueda de prensa los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, después de reunirse para fijar el orden del día de la sesión plenaria de la semana que viene.
En primer término, la representante del Bloque en O Hórreo, Ana Pontón, ha atribuido al presidente el "triste mérito" de haberse convertido en "el liquidador del sistema financiero gallego", primero con las extintas cajas y ahora con el Pastor. Todo ello, ha profundizado, por su "incompetencia" al "defender los intereses del país" y su "complicidad" con "los acuerdos PP-PSOE para concentrar y centralizar" la banca.
Y, visto que "huye de su responsabilidad" de dar cuentas a la Cámara, le pedirá en la sesión de control que aclare "de qué lado está". "O con los intereses de la familia Botín o con los trabajadores y los pequeños inversores", ha planteado, desde el convencimiento de que este proceso supuso "una nueva estafa" a Galicia.
En la misma línea, el portavoz de En Marea, Luis Villares, también ha hecho hincapié en el "expolio" a Galicia y en las repercusiones que tendrá la integración del Popular-Pastor en el Santander en el empleo y en los servicios financieros de la comunidad. En este punto, ha demandado conocer "las claves" de esta operación financiera y la posición que mantuvo el regulador bancario.
Además, preguntará a Feijóo si pondrá en marcha medidas de protección para los pequeños inversores tras subrayar su "terrible balance" también en el ámbito financiero. "Su actitud de pasividad no es normal", ha incidido, desde el convencimiento de que tiene "responsabilidad" en lo ocurrido.
Galicia, "especialmente afectada"
Por su parte, el responsable del PSdeG en el Parlamento, Xoaquín Fernández Leiceaga, quien también ha pedido la comparecencia del mandatario, ha puesto el foco en que Galicia resulta "especialmente afectada" por la absorción del Banco Pastor por el Santander y ha denunciado que hubo aspectos "poco transparentes" durante el proceso.
De hecho, a su juicio, los supervisores demostraron "una actitud negligente, incluso imprudente en la última fase" y los auditores, "una actuación cuando menos criticable" que habrá que analizar a fondo.
A modo de ejemplo, ha explicado que se justificó la disolución de la entidad en su falta de liquidez, si bien posteriormente se puso sobre la mesa su falta de solvencia. Entonces, ha preguntado, "¿qué pasa con la auditoría de 2016 y con los tests de estrés?". "Existen contradicciones que es conveniente aclarar", ha requerido.
Dicho esto, el socialista ha manifestado que comprende que los pequeños accionistas "se sientan estafados" y los ha animado a acudir a la Justicia, al tiempo que ha demandado al Gobierno autonómico "mitigar los efectos laborales y de exclusión financiera" en la comunidad.
"La Xunta no se desentiende"
Finalmente, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, ha recordado que la intervención en este caso está dictada por el mecanismo único de resolución, lo cual no significa que la Xunta se haya "desentendido de los problemas que afectan a los gallegos", principalmente los trabajadores y los pequeños inversores.
"La Xunta se preocupará por estas personas y hará lo posible por preservar el mayor número de puestos de trabajo y de oficinas en Galicia", ha garantizado, si bien ha aceptado que "todo lo que sea conocer" cómo se llevó a cabo el proceso "es importante e interesante".
Y es que, como ha admitido, "hay preguntas en el aire" sobre la actuación de los supervisores, pues "llama la atención" la diferencia de comportamiento en el caso de Liberbank, en el que se prohibieron las acciones bajistas. "Es bueno que se sepa qué pasó, pero pedir esas explicaciones a la Xunta y a su presidente está fuera de lugar", ha zanjado, después de recordar que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya compareció en el Congreso para abordar este asunto.
Pregunta del PSdeG
Pese al apoyo del PSdeG a que el presidente de la Xunta diese explicaciones sobre este asunto, su pregunta a Feijóo en el pleno de la próxima semana versará sobre la atención a los mayores, un colectivo que engloba unas 700.000 personas en Galicia.
En concreto, Leiceaga ha avanzado que sacará a colación la "morosa" aplicación de la Ley de Dependencia, la situación de las pensiones y la oferta "muy deficiente" de residencias públicas.
Subida de la luz
Otro asunto que llevará a pleno tanto PSdeG como BNG es la posibilidad de que los gallegos tengan "la luz más cara", en caso de que se permita a las compañías repercutir en los clientes la denominada "fiscalidad verde".
"El colmo de los colmos", ha resumido Pontón, crítica con que se bloquee que Galicia pueda tener una tarifa más barata por su condición de productora pero sí pueda sufrir un incremento del recibo. "No podemos permanecer impasibles", ha apelado, y ha anunciado que insistirá en fijar "una tarifa gallega" para la electricidad.
A renglón seguido, Leiceaga ha reclamado un cambio en la Ley del sector eléctrico para "defender mejor los intereses de Galicia". "Es un tema importante para los bolsillos de los gallegos y que afecta a la autonomía financiera de la comunidad", ha argumentado.
Comparece Román Rodríguez
La sesión plenaria de la semana próxima comenzará con la comparecencia del conselleiro de Cultura, Educación y Universitaria, Román Rodríguez, a petición propia.
Entre otros asuntos, también se debatirá, a instancias del BNG, sobre el sistema de financiación autonómica y la situación de los pensionistas gallegos; mientras el PSdeG rechazará el cierre de camas de los hospitales y reclamará una oferta de guarderías "más ambiciosa".
En Marea demandará crear una fiscalía anticorrupción en la comunidad y calcular la viabilidad de "rescatar para lo público" la AP-9; y el PPdeG pedirá trabajar para que los casos de ‘okupación’ de viviendas se diriman en juicios rápidos y preguntará sobre el resultado del viaje a China de Feijóo.