La Sociedad Gallega do Medio Ambiente (Sogama) pretende seguir con iniciativas vanguardistas en el sector. En este caso, tiene un nuevo objetivo: transformar la cultura ambiental de Galicia. Con este fin se inauguraba la exposición fotográfica conmemorativa del 25 aniversario del complejo medioambiental de Cerceda (Coruña) con la que, a través de gráficos, imágenes, testimonios y textos, se pretende hacer un repaso por la historia de este complejo. El acto contó con la presencia de la conselleira de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Beatriz Mato; el delegado en Galicia de Gas Natural Fenosa, Manuel Fernández Pellicer; y el alcalde de Cerceda, José García Liñares. El director de Sogama, Javier Domínguez, acompañado por el director general de la Sociedad, Isidro García, ha ejercido de anfitrión del acto. La exposición, que puede ser visualizada a través de diez paneles, refleja la historia de la Sociedad, desde su constitución, en 1992, hasta el día de hoy.
Bajo el título ‘25 años con la ayuda de todos’, se detallan e ilustran los principales hitos que han definido el devenir de la entidad durante más de dos décadas: desde la puesta en marcha, en 1995, de su primera planta de transferencia, en Vigo, pasando por el comienzo de las obras de construcción del complejo industrial, en 1998, y la entrada en funcionamiento, también durante este mismo año, de la planta de clasificación de envases ligeros, hasta la llegada del primer tren de residuos en el año 2000, la visita del entonces comisario europeo de Política Territorial, Michel Barnier, en 2001, y el inicio de la explotación comercial del complejo en 2002, abriendo el camino hacia una segunda fase marcada por importantes acontecimientos en los que la innovación ha sido protagonista indiscutible. Es el caso de la automatización, en 2008, de la planta de clasificación de envases, el plan de acción acometido en 2009 en el vertedero de residuos no peligrosos de Areosa para mejorar su servicio, la entrada en operación, en 2010, de la planta de transferencia de Ortigueira, la última de una extensa red conformada por 37 instalaciones de estas características ubicadas en distintos puntos de Galicia, y la consecución de máximos históricos de eficiencia industrial en 2015, tanto a nivel de tratamiento de residuos en el complejo, como de producción eléctrica y menor vertido.
2016: nuevos horizontes
El 2016 supuso para Sogama el año de la evolución y de la revolución, acometiendo un proceso de mejora que se inició con la adjudicación del contrato correspondiente al transporte combinado de residuos (por carretera y ferrocarril) y prosiguió con el correspondiente a la ampliación del complejo medioambiental y la construcción de una planta de compostaje.
La firme apuesta por el ferrocarril, un medio más sostenible desde la dimensión ambiental y social, ha supuesto que el movimiento de residuos por ferrocarril haya pasado del 25% inicial hasta el 45% a día de hoy, previendo llegar al 55% en dos años.
La ampliación del complejo aglutinará una nueva planta de clasificación de los envases contenidos en la basura en masa (latas, briks, envases de plástico y papel/cartón), así como la remodelación de la nave de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, donde desde hace años se viene seleccionando el vidrio, el acero y el aluminio mezclados en la fracción resto.
Esta actuación permitirá incrementar la capacidad del complejo en un 81%, pasando de las 550.000 toneladas/año nominales hasta 1 millón, y posibilitará que la empresa pueda multiplicar por cuatro su aportación al reciclado y reducir a mínimos el uso del vertedero, pretendiendo llegar al vertido técnico cero.
Por su parte, en la planta de compostaje, con capacidad para tratar 15.000 toneladas anuales de materia orgánica, se producirá entre 3.000 y 4.000 toneladas de compost de buena calidad, apto para ser aplicado en la agricultura sin restricciones.
Un futuro próspero
Con estos mimbres, en enero de 2019, Sogama se convertirá en una de las plantas más grandes y eficientes de Europa y del mundo, así como modelo a seguir por muchos países que todavía no han hecho frente al problema representado por los residuos.
Sistema global, tecnología puntera, logística inteligente, separar para reciclar, abono natural para la tierra, educación ambiental, centro de conocimiento, futuro circular, etcétera, son algunos de los títulos que enmarcan la información recogida en los distintos paneles a través de los cuales los visitantes pueden conocer con detalle el pasado, el presente y el futuro de una empresa que vela por el bienestar de Galicia.
Lo dice su presidente, Javier Domínguez, en la introducción de un catálogo que reproduce esta exposición y que pretende ser un homenaje a Galicia, reconociendo el esfuerzo, la ilusión, el tesón y el trabajo de todos los que han hecho posible que Sogama sea hoy un referente en el sector ambiental. "Hemos ganado en sabiduría y en experiencia, y seguimos teniendo algo fundamental para alcanzar nuevos objetivos, y es la devoción por el rigor y el trabajo bien hecho, así como la esperanza por un futuro todavía más próspero para nuestra tierra".
Durante su discurso, enmarcado en el acto inaugural en el que se abrió esta muestra al público, Domínguez se refirió a los principales hitos que, a su entender, han marcado la historia de la compañía: haber puesto fin a la lacra de los vertederos municipales y puntos de vertido ilegal que asolaban la geografía gallega en la década de los 90; haber apostado por una tecnología absolutamente innovadora en el mundo que ha permitido alcanzar altas cotas de eficiencia y garantizar bajos niveles de emisión; haber ideado una logística modélica; haber generado más de 1.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, y haber contribuido a cambiar la cultura ambiental de nuestra comunidad con distintas estrategias pedagógicas entre las que quiso destacar el programa de visitas a las instalaciones, por el que han pasado más de 70.000 personas.
Los datos
- Cerca de 8.200.000 toneladas de basura tratadas en su complejo medioambiental hasta 2016, cantidad con la que se podría llenar 40 veces el estadio de fútbol de Riazor (unos 20 millones de metros cúbicos en volumen), en Coruña.
- Reducción de 6.884.614,12 toneladas de CO2 gracias a la valorización energética de la fracción no reciclable de los residuos si en su lugar se hubiese utilizado petróleo
- Más de 2.900.000 toneladas de residuos transportadas por ferrocarril, evitando que 145.445 camiones circulasen por carretera.
- Más de de 7.529.327,608 KWh de energía eléctrica producida, cifra que equivale al consumo anual del 12% de los hogares gallegos (282.349,79 personas).
- Cerca de 284.000 toneladas de envases procesados en su planta de clasificación y cerca de 165.000 toneladas de materiales recuperados de entre la basura en masa (acero, aluminio y vidrio) e incorporados de nuevo al circuito comercial, suponiendo un ahorro energético de más de 200.000.000 kWh, energía suficiente para abastecer a 25.000 hogares al año.