La Unidad de Investigación Antinarcóticos (UIAN) de la Policía Nacional de Ecuador incautó en las últimas horas más de 5,5 toneladas de cocaína y detuvo a 20 personas que viajaban en un barco mercante cuyo destino final eran las Rías Baixas. El buque ‘Kraken I’, de bandera panameña, fue apresado en el marco de la operación Ciclón Marino mientras estaba fondeado en las costas de Santa Elena. Las autoridades ecuatorianas sitúan al pontevedrés David G.M., uno de los arrestados a bordo, como el líder de una gran organización internacional de narcotraficantes que pretendía hacer llegar cocaína valorada en unos 300 millones de euros a Galicia, lo que constituye el mayor alijo decomisado en dirección a las Rías Baixas desde 2003, cuando habían sido aprehendidas más de 7 toneladas a bordo del South Sea en las costas de Lisboa (atribuidas al grupo de Marcial Dorado).
Según el Ministerio del Interior y la Policía Nacional ecuatoriana, la red se dedicaba al envío de droga por vía marítima hacia Estados Unidos y Europa. Lo hacía concretamente desde las costas de Santa Elena, una provincia de la costa de ese país. Los investigadores destacan que con este golpe se evitó que 100 millones de dosis de cocaína llegasen a manos de los consumidores.
A través de investigaciones de organismos nacionales de lucha contra el narcotráfico y el intercambio de información con organismos internacionales (DEA y HSI), se tuvo noticia de la existencia de esta red conformada por ciudadanos de varias nacionalidad y liderada por un español y un colombiano. El fin era transportar grandes cantidades de estupefaciente desde Ecuador y otros países de la región hacia EE UU y Europa. Para ello, usaban buques graneleros o en todo caso embarcaciones de gran calado de bandera internacional. En este caso el mercante utilizado fue el ‘Kraken I’, usando como "fachada" el transporte de lastre con destino primero a Panamá y a continuación a España, "específicamente a los carteles (organizaciones) de Galicia".
El buque habría atracado en Santa Elena el 4 de mayo para llenar en una de sus bodegas "lastre" que sería transportado a Panamá el 10 de mayo. Sin embargo, al revisarse el listado de tripulantes se verificó que había ciudadanos de varias nacionalidades. Concretamente de Colombia, Perú, España, Panamá, Venezuela, Arabia Saudí, Honduras y Cuba, algunos de ellos "con movimientos migratorios irregulares", quienes presuntamente habrían coordinado la recepción y acopio de grandes cantidades de droga en un compartimento oculto entre el casco y una bodega del mercante.
Operación de abordaje
Esta operación la llevó a cabo la Policía Nacional de Ecuador, que contó con el apoyo de varios grupos policiales especializados y que actuó en coordinación con la Fiscalía General del Estado. Concretamente, el abordaje al buque se realizó a 2.9 millas náuticas desde el muelle del Yacht Club de La Libertad. Al realizar un recorrido por la cubierta, un perro entrenado por la Policía para la detección de droga, Chelsy, dio una señal de alerta positiva de posible presencia de cocaína. Tras un registro del buque, los agentes, con la ayuda de los buzos del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), hallaron "176 sacos de yute" de diferente color y tamaño que contenían 5.070 paquetes con cocaína. La droga arrojó un peso total de 5,53 toneladas.
Al tratarse de un delito de tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, la Fiscalía ordenó la detención de 20 personas de nacionalidad colombiana, panameña, cubana, peruana, venezolana, hondureña y árabe, así como la del español David G. M. Los investigadores sostienen que, tras parar en Panamá, el buque transportaría la cocaína hacia España simulando que lo que se iba a realizar era un mantenimiento de la embarcación.