El acuerdo anunciado este lunes entre PSA Peugeot Citroën y General Motors para la compra de Opel/Vauxhall ha generado nerviosismo entre los trabajadores de la planta de Vigoante la "incertidumbre" sobre cómo resolverán las dos empresas las duplicidades derivadas de la fusión. La dirección viguesa de la planta de PSA Peugeot Citroën ha trasladado este lunes a los representantes de los trabajadores un mensaje de "tranquilidad" tras consumarse la operación de compra de Opel por parte de la multinacional francesa, y ha garantizado el mantenimiento de los "compromisos" adquiridos con la plantilla en material laboral y salarial. Así lo han trasladado fuentes sindicales a Europa Press, tras una "audioconferencia" mantenida este lunes entre la dirección de Recursos Humanos del grupo y el comité sindical de enlace europeo, y tras la reunión del 'petit comité' que ha tenido lugar en la planta de Balaídos.
Rubén Pérez, de UGT, ha explicado que el mensaje de la dirección de la fábrica ha sido de "tranquilidad" y se ha trasladado a los sindicatos la "importancia" de esta operación de compra, que convierte al nuevo grupo en el segundo de Europa.
Asimismo, se ha recalcado la "oportunidad de aprovechar sinergias" que, según las estimaciones trasladadas a los sindicatos, podrían traducirse en ahorros anuales de más de 1.000 millones de euros; en ese aspecto, se ha hecho referencia a aspectos como compras o intercambio en materia de I+D, como ha señalado el sindicato mayoritario, SIT.
Por su parte, Vítor Mariño, portavoz de la CUT, ha añadido que, entre las sinergias que el grupo prevé aprovechar está la mejora de posicionamientos en varios mercados. Según ha recordado, Opel tiene una mejor posición en países como Alemania y Reino Unido, donde PSA está menos presente por ventas, y la previsión es mejorar las cifras en mercados hasta ahora menos significativos.
"Quedan incertidumbres"
No obstante, los representantes sindicales han expresado también que "quedan algunas incertidumbres" por despejar, como por ejemplo, la adaptación de las factorías de Opel al plan de competitividad de PSA, como ha recordado Santiago García, de CCOO. Así, García, quien ha recordado que la "convergencia total" de ambas marcas en materia industrial no se completará "hasta 2027", ha apostado por "esperar a ver cómo se adaptan" las nuevas plantas a la dinámica de funcionamiento del grupo francés.
En la misma línea, Rubén Pérez (UGT) ha cuestionado "qué va a pasar con las duplicidades, que las va a haber", y se ha preguntado también por "qué va a pasar con todas las plantas en Europa". "Vamos a hacer un seguimiento minucioso, de cerca, para que se sigan manteniendo las plantas en España y proteger el empleo en nuestro país", ha aseverado.
Finalmente, Vítor Mariño (CUT) también ha expuesto sus dudas acerca del mantenimiento de las condiciones laborales, y ha advertido de que "aunque se mantengan dos direcciones independientes", las plantas de Opel "tienen que seguir las líneas" de los planes de competitividad de PSA.
Asimismo, ha indicado su temor de que haya consecuencias en los salarios de los empleados del grupo PSA, ya que parte de sus retribuciones dependen de los resultados económicos de la multinacional.