La mujer agredida la madrugada del pasado miércoles ante la comisaría de Lugo no ha presentado denuncia contra su expareja, sobre el que ya pesaba con anterioridad una orde de alejamiento de ella. Así lo adelantó Informativos Telecinco, que asegura que en esa misma jornada la víctima visitó un Centro de Información a la Mujer. Al tratarse de un delito público, en el que además hay pruebas tan contundentes como la filmación del propio suceso, la Policía está obligada a actuar de oficio, por lo que no es necesario que la mujer presente denuncia para que prosiga el proceso judicial contra el agresor por violencia de género.
Desafortunadamente, es habitual que en casos de este tipo las víctimas no quieran denunciar movidas por el miedo al agresor y sus replesalias tanto a su persona como a terceros.
El detenido prosigue en prisión provisional desde la noche en la que se registraron los hechos.
La agresión
Los agentes de la Policía Nacional que estaban de servicio en la madrugada del pasado miércoles en la comisaría de Lugo fueron testigos, a través de las cámaras de videovigilancia, de los malos tratos que presuntamente le infligía el joven a su expareja en plena calle Chantada, mientras él sujetaba en brazos a su hija de tan solo 18 meses de edad.
Al presenciar la escena tres agentes se apresuraron a salir a la calle para detener en cuestión de segundos al presunto maltratador, un ciudadano colombiano de 24 años, con antecedentes penales y sobre el que pesaba una orden de alejamiento de su ex. Este ingresó en prisión, tras declarar en el juzgado.
El vídeo se ve como el arrestado detiene su coche en doble fila en la calle Chantada, a unos 50 metros de la comisaría. La víctima se baja del vehículo y echa a correr hacia las dependencias policiales. Pero de repente se para y da la vuelta. Entonces él coge a su hija del asiento de atrás y con ella en brazos se dirige a una galería que da a un patio de viviendas. La víctima le sigue los pasos. Cuando se asoma al pasillo por el que entró su ex le agarra por la melena y la introduce violentamente. La escena siguiente ya es la de los tres agentes que han reducido al presunto agresor y lo llevan esposado.