El presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, y el alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, comparecieron a mediodía de este jueves en el Pazo de San Marcos para anunciar el regreso del diputado díscolo a la disciplina del grupo provincial socialista y, de paso, su retorno al gobierno provincial, como vicepresidente y delegado de Vías, Obras y Parque Móvil. Campos anunció que mediará para que el PSOE levente el expediente abierto a Martínez, que está suspendido de militancia en el PSdeG. El alcalde de Becerreá, por su parte, asegura que se cumplen los acuerdos alcanzados en su día en la Casa Grande de Nadela.
Después de catorce meses de desencuentros, reproches cruzados y expresiones altisonantes por parte de unos y de otros, Darío Campos aseguró que al menos su relación personal con Manuel Martínez nunca de dejó de ser "cordial", más allá de las diferencias políticas o del claro enfrentamiento del alcalde de Becerreá con los que fueron, dejaron de serlo y vuelven a ser sus compañeros de grupo.
"A partir de ahora ponemos el cuentakilómetros a cero y empieza una nueva época", ha declarado el presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, dando, así, por saldadas las diferencias con el alcalde de Becerreá y diputado no adscrito hasta ahora.
El gobierno socialista en minoría, con diez diputados, aceptaba las condiciones para la vuelta de Martínez, que pasaban por ser vicepresidente de la Diputación de Lugo y responsable de la ahora bautizada como Área de gestión territorial, es decir, la delegación de Vías y Obras y el Parque Móvil al que supeditaba su regreso.
El acuerdo se sustenta sobre las mismas condiciones que impuso en su día, en octubre de 2015, para suscribir la moción de censura que logró desalojar del gobierno a la popular Elena Candia, pero que entonces no se llegaron a cumplir.
La Diputación para el PP
El 24 de junio de 2015, Manuel Martínez propició el efímero gobierno de Elena Candia, de tres meses y hasta octubre de ese año, al votarse a sí mismo en la investidura del ente provincial y luego en blanco. Esto motivó que los 12 diputados del PP permitiesen a la candidata popular alzarse con el bastón de mando, mientras que el PSOE se quedó con diez asientos sumados a los dos del BNG.
En una comparecencia conjunta este jueves, en la misma sala de comisiones en la que Manuel Martínez compartió numerosas ruedas de prensa en la anterior legislatura cuando era portavoz del gobierno presidido por José Ramón Gómez Besteiro, se ha escenificado este acuerdo, 14 meses después de que se iniciasen los acontecimientos.
El regreso de Martínez ha provocado una reestructuración en el ejecutivo presidido por Campos, de forma que Álvaro Santos deja la vicepresidencia y se ocupará ahora de Relaciones Institucionales. El alcalde de A Fonsagrada, Argelio Fernández, cede Vías y Obras y ahora se ocupará de Cooperación con los Ayuntamientos. Sobre esta reordenación, el presidente provincial aseguró que "no" suponía más gasto.
"Acabamos de hacer oficial una reestructuración consensuada del ejecutivo provincial. Manolo es miembro del grupo provincial socialista, un compañero más, una persona que tiene toda la confianza y lealtad de este presidente y de todos sus compañeros de gobierno", ha proclamado Campos.
A colación, ha añadido que también se le ayudará para que quede en "nada" el expediente de expulsión del PSOE, ahora suspendido cautelarmente, por apoyar iniciativas del PP en lo que va de mandato.
Martínez ha agradecido el gesto de "generosidad" de Santos, que seguirá como portavoz del grupo provincial socialista, y de Fernández, que dejan sus responsabilidades para que las asuma el nuevo vicepresidente.
Asimismo, el alcalde de Becerreá ha destacado que se "cumplen las condiciones" y "se llegó a un acuerdo esta semana". "Aceptadas esas condiciones Manuel Martínez vuelve a estar en el grupo socialista, esos acuerdos que había se cumplen (los relativos a la vicepresidencia y distintas áreas", ha manifestado, antes de enfatizar que nunca ha renunciado a sus ideales "socialistas".
Presupuestos
En la misma comparecencia, Darío Campos ha avanzado que llevará el proyecto de presupuestos a la aprobación del pleno de la segunda semana de marzo, y confía en obtener el respaldo mayoritario de la cámara provincial. De hecho, incluso ha sugerido que buscará que se aprueben las cuentas por "unanimidad".
En el proyecto se recogen, entre otros, una de las disposiciones que reclamaban los nacionalistas que es una partida de "20 millones de euros, para un plan único para los ayuntamientos a través de un reparto equitativo".