La Fiscalía mantiene la petición de tres años de prisión para la alcaldesa de Viveiro. Ya saben, la señora ignoraba que lo estaba haciendo mal beneficiando a una multinacional. Vamos, que para presumir de bastón y mando en plaza, sí lo sabía hacer bien. Lo mismo que el alcalde Valga y eso que presume de ser un hombre leído. Pues nada, que la juez lo investiga por cobrar dietas irregulares durante 25 años. Pero también ignoraba que no había nada irregular en estos cobros a lo largo de un cuarto de siglo. Otros, para quedar bien, quieren rebautizar Lavacolla con el nombre de Rosalía de Castro. Pero aquí lo piden todos. Porque todos quieren usurpar el nombre de la poetisa, que si levantara cabeza daría media vuelta y se volvería a su descanso padrones. Esta es la Galicia que tenemos. Pero, no nos engañemos, nosotros hemos elegidos a este zoo de majaderos y vividores.
Lo mismo que hicimos con otros prohombres: inquilinos ahora de fincas cuyos nombres -los de las fincas, claro- se conocen en todo el mundo: son A Lama y Soto Grande. A los huéspedes de estas grandes mansiones era a los que recurríamos por aquello de los créditos del pisito y de la boda de la niña; y firmábamos lo que nos pusiesen delante. Porque era buena gente: lo mismo nos ayudaban a hacernos emprendedores que montarnos una pyme.
Incluso, los partidos constitucionalistas han dado un paso al frente para abrir una etapa marcada por el diálogo y la búsqueda de acuerdos. Quieren que los bancos, saneados por todos nosotros de los pillajes de los otros sinvergüenzas que no entraron en la trena, devuelvan cuanto antes lo de las cláusulas suelo. Hasta sería un avance si esos partidos no colocaran a los sinvergüenzas en las entidades financieras. Pero esto es lo que tenemos, porque nosotros lo elegimos.