La presidenta del Partido Popular de Lugo, Elena Candia, insinuó este martes que el gobierno provincial está dispuesto a utilizar a la Diputación de Lugo y el "presupuesto de esta institución" como "moneda de cambio" para buscar una "reconciliación" con el diputado no adscrito y alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, expulsado en su momento del grupo socialista.
"Esta institución y el presupuesto de esta institución. El dinero de todos los lucenses, sigue siendo una moneda de cambio para la reconciliación entre compañeros o excompañeros de partido", afirmó Elena Candia antes de participar en uno de los dos plenos convocados para este martes en la Diputación de Lugo.
Estas declaraciones de Candia, según publica El Progreso, se produjeron después de que el propio Martínez confirmase que por parte del gobierno socialista en la Diputación de Lugo se sigue hablando con él para explorar la "posibilidad de llegar a un acuerdo" que le permita recuperar la mayoría en el pleno provincial, siempre con el permiso del BNG, que abandonó hace meses el bipartito.
"Nuevamente se sigue utilizando la institución sin priorizar las competencias que tiene, sino como mecanismo para reforzar a la gente del partido", dijo Candia, quien también quiso transmitir que el PP está "absolutamente en contra" de ese tipo de maniobras.
De hecho, Candia insistió en que "los problemas de partido tienen que arreglarse en las reuniones de partido y las instituciones merecen un respeto". Desde su punto de vista, "la Diputación no puede ser utilizada como moneda de cambio" y menos después "de la forma en la que llegaron ellos" al gobierno, "mediante una moción de censura".
Campos confirma que busca el apoyo de Martínez
Campos confirmó que busca el apoyo de Martínez y del BNG para llevar a cabo sus políticas al frente de la institución, porque cuenta con las "fuerzas de izquierdas" para poner en marcha "servicios públicos y de calidad".
"Siempre dije que tenemos que intentar buscar apoyos en las fuerzas de izquierda de la Diputación, con Manolo Martínez y con el BNG, para llevar a cabo políticas progresistas y públicas", reconoció Campos.
Para poner en marcha proyectos como el del "centro de recría" o la apertura "de las residencias de la tercera edad", Campos reconoce que tendrá que buscar el apoyo del diputado no adscrito y de los nacionalistas, porque el Partido Popular apuesta por "residencias y centros de día más bien privados que públicos". "Nuestro fin prioritario es que sean servicios públicos y de calidad", insistió.
El acuerdo con Martínez no parece en todo caso sencillo, dado que a sus condiciones iniciales se suma ahora otra, que es la consecución por parte del gobierno socialista de un nuevo pacto "con el Bloque", porque "sería absurdo formar un grupo de once" sin "la garantía de que" el BNG "va a colaborar" con el gobierno.
El portavoz nacionalista, Antonio Veiga, dijo que "al BNG no lo condiciona nadie", ningún partido y menos una "persona". "Tendrá su posición política con respecto al presupuesto. Ninguna organización política ni nadie, a nivel personal o político, va a condicionar la postura del BNG", zanjó Veiga.