El alcalde de Becerreá y diputado no adscrito volvió a unir su voto al de los representantes del Partido Popular en el pleno de la Diputación de Lugo para rechazar la propuesta que formulaba el gobierno bipartito para modificar el reglamento de la propia institución provincial y llamó a sus excompañeros "impotentes".
Martínez dijo en el transcurso de la sesión que el bipartito había diseñado "un pleno trampa", para "neutralizar" con sus propuestas aquellas que habían sido aprobadas en otros plenos con su voto y los de los diputados populares, porque "anda desnortado" y "alguno de sus miembros algo mareado".
En una línea similar se pronunció el viceportavoz del grupo Popular, Carlos Armesto, quien calificó al bipartito como un "gobierno vago e incompetente" que "ningunea los acuerdos del pleno", dado que en su propuesta sólo se hacía referencia a una de las cuatro aprobadas en la sesión de noviembre.
El PP pedía entonces el "restablecimiento al pleno de todas las competencias" que habían ido recayendo en los años de gobierno socialista en la junta de gobierno, pero también la regulación de uso de todos los locales de la diputación, el derecho pleno a la información sobre la gestión provincial y la modificación de las condiciones de trabajo de los diputados no adscritos.
Como los socialistas sólo trajeron a pleno la primera de esas peticiones, Armesto calificó la propuesta como "una broma y una sinrazón".
"Son unos señores indignos de estar sentados ahí", dijo el viceportavoz popular, porque "los acuerdos plenarios son serios y hay que cumplirlos", de modo que también instó a los miembros del bipartito a "dejar de pasar el tiempo y de jugar con la verdad" y con la "información".
El portavoz socialista, Álvaro Santos, justificó que sólo fuese a pleno una de las cuatro propuestas aprobadas, porque la reforma del reglamento "es capital" para el funcionamiento de la institución, mientras que las demás peticiones serían atendidas "en breve".
Martínez afirmó que ya no cree "en sus promesas". "Son ustedes unos impotentes, sin otro tipo de connotación -más allá de la política-", añadió el alcalde de Becerreá, porque "se han metido en un callejón sin salida, tomando decisiones en caliente" y aunque "Dios los premia con los sueños, los castiga con la realidad".
Desde su punto de vista, sus excompañeros lo ignoran "por rencor", lo que dificulta la acción de gobierno.
El propio Armesto le recordó al bipartito que ahora es "un gobierno débil y en minoría" y avisó a sus miembros de que "si no trabajan", a lo mejor "no merecen el sueldo que cobran".