La crisis en la Diputación de Lugo se ha constatado una vez más en el pleno celebrado en la mañana de este martes. De nada ha servido el expediente de expulsión del PSOE del alcalde de Becerreá, Manuel Martínez. De hecho, el también diputado socialista ha vivido su último pleno en el organismo provincial como miembro del grupo socialista. Y lo hizo desafiando a Ferraz, ya que Martínez ha llegado a otra vez a un acuerdo con el PP, grupo con el que votó contra las propuestas del gobierno provincial, formado por PSOE y BNG. Martínez y PP lograron la mayoría suficiente para retirar competencias al ejecutivo que preside el socialista Darío Campos.
El hasta ahora diputado socialista y el grupo popular forzaron un cambio en el reglamento de la Diputación para llevar competencias de la junta de gobierno bipartito al pleno. El PP también apoyó una enmienda de Manuel Martínez para que se regulen los derechos de los diputados no adscritos.
En el primer caso, PSOE y BNG le pidieron que aclarase qué competencias quieren llevar al pleno y criticaron que no se busque el consenso. La portavoz del PP, Elena Candia, dijo que se trata de un acuerdo "de mínimos" para empezar a negociar y que el pleno se convierta "en el vértice" de la institución, al considerar que ahora la junta de gobierno "no es representativa" de la voluntad de la corporación por haber un gobierno en minoría.
A Manuel Martínez se le negó la palabra en el debate hasta que, tras consultar con el secretario, este dijo que cualquier diputado podía presentar enmiendas. En su intervención, el alcalde de Becerreá dijo que, "en vista da situación que se avecina" -ya que iba a ser declarado diputado no adscrito en una orden del día posterior-, pidió que el PP aceptase una enmienda suya para que "se modifiquen las condiciones de trabajo de los diputados no adscritos". Explicó que al compatibilizar su puesto con su trabajo como docente tendría "serias dificultades para acceder a la documentación". La moción prosperó con los votos del PP y de Martínez pese a la oposición de PSOE y BNG.
Manuel Martínez, expulsado del PSOE, forma parte desde esta mañana del grupo de los no adscritos. A su llegada al salón de plenos dijo que recurrirá la decisión de su partido, pero que nada puede hacer frente a su apartamiento del grupo. Destacó que en cualquier circunstancia seguirá sintiendo y actuando como un socialista. Y luego votó con el PP.