Un hombre y su bebé han resultado heridos por una explosión en una vivienda situada en la plaza Maruja Mallo, en el barrio vigués de O Calvario, al filo de las dos de la tarde de este viernes, originada por un cargador de mecheros. En el piso, según detalla la Policía Local, había doce botellas almacenadas.
El suceso se originó en la cocina del piso, en la tercera planta de un edificio de la plaza del Calvario. Allí estaba en ese momento el hombre, mientras la madre jugaba con su hijo en el salón, colindante a la cocina. La explosión destrozó la pared y reventó la ventana. La mujer, según relató una testigo, protegió con su cuerpo al pequeño, de un año de edad, e inmediatamente se llevaron al hombre herido al piso de la vecina donde lo metieron en una bañera con agua fría hasta que llegaron los efectivos sanitarios.
Como consecuencia de la explosión, han resultado heridos un hombre, que ha registrado quemaduras sobre todo en el torso y en los brazos, y su hijo, un bebé de entre siete meses y un año, que sufrió contusiones al caerle objetos encima.
El hombre ha sido trasladado a la unidad de quemados del Hospital de Povisa y el bebé al Hospital Álvaro Cunqueiro, aunque de momento se desconoce el grado de gravedad de sus heridas. En la vivienda también se encontraba en el momento de los hechos la madre del bebé, que no resultó herida.
En un primer momento los efectivos de emergencias dieron una primera atención al hombre herido y le llevaron a la vivienda de una vecina, donde lo sumergieron en una bañera con agua fría, hasta que llegaron las ambulancias.
Origen de la explosión
Aunque todavía se desconoce con exactitud el origen de la explosión, fuentes de bomberos han apuntado que la deflagración se produjo por acumulación de gas de una botella para recargar mecheros.
Hasta el lugar se desplazó la propietaria del apartamento, que aseguró que es "imposible" que se produjera una explosión por gas butano porque no hay bombonas ni gas butano en el domicilio.
En el lugar de los hechos continúan efectivos de Bomberos, de la Policía Local y de la Policía Científica inspeccionando la vivienda, que ha registrado muchos daños. Así, los cristales están completamente rotos, una pared está deformada y los marcos de las ventanas se han salido.