Los resultados del 24-M comienzan a dar sus frutos. El PP gallego ha perdido los gobiernos de Coruña, Santiago y Ferrol, y todavía tiene que despejar la incógnita de si logra o no gobierno en Lugo y Ourense. Además de la pérdida de las principales ciudades, los populares también cederán a la izquierda las diputaciones de Coruña y Pontevedra -esta última siempre bajo el gobierno del PP-. Solo José Manuel Baltar, que ha reforzado sus resultados en la provincia ourensena, queda como barón del PP en Galicia. Otro problema que tendrán que afrontar los populares es en Coruña. La derrota del PP ante la Marea ha provocado un maremoto, que el alcalde en funciones asume la derrota, y Carlos Negreira prepara su salida del ayuntamientos coruñés. Pero la resaca de las municipales también ha dejado mal sabor de boca en las filas socialistas, provocando la dimisión de más de la mitad de la ejecutiva en Santiago. Consecuencias que han forzado a la disolución de la dirección local compostelana del PSOE.
Pese a la agitación de las aguas, producidas por el maremoto del 24-M, en las filas populares no se esperan dimisiones, a pesar de la pérdida de los gobiernos en las grandes ciudades. Algo, por otra parte, que sí ha ocurrido en el PSOE. Porque el día siguiente de la histórica jornada, más de la mitad de los miembros de la ejecutiva local de Santiago han presentado su dimisión a la vista de los malos resultados en unos comicios en los que han caído hasta el cuarto puesto con cuatro concejales.
No ha ocurrido lo mismo en las filas populares. A pesar de la victoria de Compostela Aberta, el todavía alcalde, Agustín Hernández, ha rechazado tirar la toalla y ha asegurado que seguirá trabajando en la oposición durante todo el mandato municipal.
Sin embargo, la situación que viven los socialistas en Lugo es complicada. El PSdeG está dispuesto a analizar la posibilidad de que Xosé López Orozco no opte a un quinto mandato al frente del ayuntamiento, a fin de garantizarse su pervivencia al frente del consistorio, toda vez que Lugo Novo y el BNG ya han dejado claro que no apoyarán a ninguna persona imputada. La marcha de Orozco sería la única fórmula que se baraja para que el PSOE mantenga la alcaldía, evitando así que el PP se hiciese con el gobierno lucense.
Incertidumbre en Ourense
Orense también es otro problema. El candidato del PP a la alcaldía, Jesús Vázquez, considera "posible" un gobierno en minoría (con 10 ediles de los 27 de la corporación) y con acuerdos puntuales con otras fuerzas. El problema está en la candidatura de Democracia Ourensana (con ocho concejales), ya que su líder, Gonzalo Pérez Jácome, ya ha adelantado que cualquier tipo de acuerdo con otras fuerzas (incluido el PSOE) pasa por ser él el alcalde de la ciudad.
En Coruña han desaparecido por completo cualquier esperanza de que el PP mantenga el gobierno municipal. La derrota de los populares ante la Marea por cuatro votos (10 concejales cada uno) y el veto del líder nacional del PSOE, Pedro Sánchez, a pactar cierran una hipotética reelección de Carlos Negreira al frente del consistorio.
La derrota de los populares ha calado de tal forma que el propio Negreira no negó la posibilidad de preparar su salida del ayuntamiento. Precisamente, días antes de la cita con las urnas Carlos Negreira había anunciado que "estas serán sus últimas elecciones municipales" como candidato.
Pero el problema de Negreira es doble. El alcalde coruñés también es el presidente del PP provincial y los pésimos resultados de este domingo ahí están: pierde la corporación que él mimo presidía y cede a la izquierda las tres ciudades más importantes (Coruña, Santiago y Ferrol) y la Diputación.
En Pontevedra los resultados también han pésimos para el PP. En Vigo, más que un fracaso político, ha perdido toda posibilidad de volver a ser una fuerza con caché para hacerse con el gobierno municipal.
Adiós de Louzán
Además, en la provincia pontevedresa los populares ceden a la izquierda la Diputación. Un ente en el que habían gobernado siempre. El propio presidente de la institución, Rafael Louzán, ha anunciado que no formará parte del ente provincial si PSOE y BNG pacta. "Si hay una coalición de gobierno, claro que quien les habla no estará en una futura corporación", ha subrayado.
La caída de las diputaciones de Coruña y Pontevedra contrasta con la consolidación del PP en el ente provincial de Ourense, y sitúan a José Manuel Baltar como el único barón del PP gallego.
Baltar ha resistido el envite de las urnas en un escenario de retroceso para los partidos tradicionales, y lo ratifican como el vencedor. Aunque pierde un diputado, Baltar Blanco se mantiene en el resultado de 2007 al lograr 14 escaños de 25 posibles y uno más de los que necesitaría para obtener la mayoría absoluta.