Villafamés es una de las villas más visitadas del interior de Castellón. Aunque está a sólo 25 Km de Castellón de la Plana su aspecto fortificado y encosterado y su agricultura de secano le dan un carácter muy diferente al resto de la comarca de La Plana.
Como lugar alto, con cuevas y abrigos, tuvo población desde la prehistoria. Su posición fue estratégica, tanto en la Edad Antigua como en la Edad Media. El castillo y las murallas tienen origen árabe, aunque luego fueron reconstruidos con la Orden de Montesa e incluso en las guerras carlistas (Combatieron contra el Tigre del Maestrazgo). También fue un importante centro de acuartelamiento en la Guerra Civil.
Lo que queda del Castillo, sus callejuelas mezcladas con zonas de vegetación nos recuerdan el trazado medieval. Vilafamés es un conjunto histórico artístico que ha querido conservar la esencia de un pueblo con algunos monumentos, fuentes y casas bien conservadas.
Entre los monumentos religiosos se encuentra la Iglesia de la Asunción, la de la Sangre, barroca, y la ermita de S. Miguel. También en la parte alta del pueblo está el Ayuntamiento y, sobre todo, el Palacio del Batlle, gótico civil, que alberga el Museo de Arte contemporáneo Vicente Aguilera Cerni. Alberga 500 obras donadas por los artistas.
En la parte del núcleo histórico, hay un edificio que nos traslada a la más primigenia elaboración del vino. Una bodega-lagar centenaria. Se encuentra cerca del Ayuntamiento. Resulta algo sombría.
Es muy celebrada la fiesta Vilafamés 1900, que se celebra en mayo, en la que todo el pueblo participa de una rememoración de antiguos oficios, vestimenta, etc. Es impresionante la implicación del pueblo en mantener utensilios, costumbres, ropa etc de hace 90, 80 o 70 años.
En esos días pueden adquirirse productos artesanales como miel, jabón vinos, mistelas, dulces, etc.
Dónde comer:
- El Jardín Vertical. Esta preciosa casa rural en el casco antiguo, con vistas a Penyagolosa, no es sólo el mejor hotel de Vilafamés, sino la mejor opción de comer bien en su restaurante, con unos menús muy volcados a los productos locales. Cocochas de bacalao con avellanas, patata y yema; mollejas de cordero con crema de coliflor; de postre, cremoso de chocolate con tomate marinado en clavo, sal y aceite. Vinos valencianos y castellonenses.
- Cal Paradís (Vall d'Alba, a 7 kms.) La gran mesa de la comarca y quizá, hoy en día, de toda la provincia: la pareja formada por Miguel Barrera y, en la sala, Ángela Ribes ha logrado en sólo diez años, en un lugar apartado de las rutas turísticas, fama y su primera estrella Michelín con una cocina muy local, muy de mercado, muy finamente hecha y siempre con un toque de originalidad. Arroz meloso de verduritas y setas silvestres, arroz meloso de pulpo, calamar relleno de carne de pelota a la antigua, y un postre de moras, frambuesas, higos, nata y almendras garrapiñadas.
- Casa Julián (Vall d'Alba). Una dirección correcta de cocina popular, especializada en las carnes a la brasa y también en chipirones con morcilla, mejillones al vapor, parrillada de verduras... Muy honrado y no abusón en los precios y, por ello, siempre lleno.
Beber
Castillo de la Duquesa en Benlloch, con su Banús 2011 tinto, Les Useres en Useras con su L'Alcalatén Tempranillo 2009: las mejores bodegas de una zona, en la que está Vilafamés, donde antaño fue importante la viticultura y donde ahora se intenta resucitar estos Vinos de la Tierra de Castellón.
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