El actor y director Arturo Fernández ha acudido este jueves a Es la tarde de Dieter de esRadio para hablar de Enfrentados, en la que encarna a un sacerdote católico, muy carismático y querido por sus feligreses, que verá cómo su parroquia se remueve tras la aparición de un seminarista joven y rebelde.
Enfrentados es un texto del escritor estadounidense Bill C. Davis que obtuvo el Premio Molière de Francia y el Theatre World Award y el Drama Desk Award de EEUU. Fernández ha dicho que la vio hace diez años en París, pero que, entonces, no era el momento de traer la obra a España. Ahora sí: " El Papa Francisco nos está enseñando a no tener miedo, a decir las cosas siempre dentro de unas reglas".
El actor ha dicho que la obra está hecha "con respeto a la Iglesia" y ha declarado que, ante todo, es católico. "Se tocan temas muy actuales: por qué no pueden casarse los homosexuales, por qué no hay mujeres sacerdotes, la libertad... En la Iglesia, hay un momento en que, digamos, se está quedando su colesterol alto. Posiblemente hay que renovar la Iglesia dentro de sus normas, y el Papa Francisco, con mucho silencio, sí lo está introduciendo. Y he visto que este es el momento de poner Enfrentados, una comedia muy inteligente, magníficamente bien escrita, y muy galardonada.
Arturo Fernández ha recordado sus tiempos de juventud, económicamente difíciles, pero en los que había una gran calidad humana: "Cuando hay escasez de cosas es cuando la gente se quiere más, se aprecia más. Hemos sido una generación que hemos vuelto a levantar nuestro país, que era España. Y hemos sido terriblemente felices". "Hemos apartado la política porque, en ese momento, lo pasamos tan mal, que cuando había alguien que hablaba de política, se le apartaba. Nos hemos dedicado a trabajar y a cantar boleros. Había escasez de todo, pero no faltaba el ingenio", ha añadido.
El actor también ha opinado de la España actual: "Es terrible la corrupción. Escuchas la radio, sobre todo a vosotros, yo os escucho muchísimo, y no sabes dónde estás, qué ocurre, qué está pasando...". Considera que "los españoles, de una manera o de otra, siempre hemos estado muy unidos, nos hemos querido mucho. Hay un despego por todas las cosas", y ha puesto un ejemplo personal: "Al faltar mis padres, te falta algo muy importante, y yo me imagino que se ha perdido la escala de valores, esa amistad..., no encuentro las palabras para decir qué es lo que sucede. Hay demasiada tristeza, crispación y partidos políticos. Nos estamos preocupando por cosas que, muchas veces, no tienen importancia. Cuando llegan las importantes, dices: ¿de qué me quejaba yo?".