En 1934 la izquierda intenta derribar al Gobierno de la II República integrado por las derechas. La revolución planeada por el PSOE y la ERC, de la que Federico y César ya han hablado semanas anteriores, fracasó en los primeros días de octubre de 1934. El éxito sólo tuvo como escenario Asturias. En esta región, tendría lugar una verdadera guerra civil.
El motivo por el que no fracasa en Asturias se debe a que "30.000 mineros asaltan los arsenales y controlan el ferrocarril". César Vidal apunta que "en toda España el golpe fracasó porque ni las masas populares se echaron a la calle ni el ejército se sumó. Sin embargo, lo vivido en Asturias fue un ensayo para la izquierda de lo que luego realizaría durante la Guerra Civil".
César Vidal cuenta que "detenían a personas inocentes pero que consideraban contrarrevolucionarios para fusilarlos. Luego la violencia se centró contra el catolicismo. Todos los seminaristas de Oviedo fueron pasados por las armas en el mismo día".
"La izquierda consideraba que había sectores con los que había que terminar, en Asturias empezó en el 34, en el resto de España en 1936", apunta Vidal. Ante la situación de guerra el 5 de octubre el ministro Diego Hidalgo llama al general Franco, "que aunque orgánicamente no tenía nada que ver con Asturias, es competente".
Franco llevó a Asturias a los legionarios y los regulares, algo que ya había hecho Azaña varios años antes para acabar con las revueltas anarquistas. En tan sólo unas semanas Franco acabó con la revuelta. Las consecuencias para César Vidal fueron brutales. En cuanto a las pérdidas humanas "las cifras de fusilados hablan por sí solas: 28 religiosos, 43 militares y 14 paisanos". En cuanto a los daños materiales Vidal los cifra en la destrucción de 58 iglesias, 26 fábricas, 58 puentes, 63 casas particulares, 730 edificios públicos... "La catedral de Oviedo no voló por los aires porque no fueron capaces de detonar la dinamita".
César Vidal no coincide con Pío Moa en la afirmación de que este golpe de la izquierda supuso el inicio de la guerra civil. No obstante, Vidal considera que dejó la república herida de muerte.
Mentiras de la Historia: El abuelo de ZP estuvo con la clase obrera
Se ha repetido hasta la saciedad que el capitán Lozano, abuelo del presidente Zapatero, fue un defensor de las tesis socialistas. La realidad, sin embargo, fue muy diferente.
César Vidal apunta que el fenómeno del abuelo de Zapatero no es nuevo, "la moda de reescribir la historia de sus antepasados con la mal llamada Memoria Histórica está muy presente en el Gobierno. Ya lo hizo De la Vega al hablar de su padre como un represaliado de la dictadura, olvidando mencionar que fue nombrado delegado de trabajo en Zaragoza por Girón de Velasco, representante de la parte más fascista del régimen".
"El abuelo de Zapatero aplastó la revuelta de Asturias realizada por los socialistas". César Vidal cuanta la verdadera biografía del capitán Lozano: "era un militar que empezó su carrera en África bajo el mando de Sanjurjo, uno de los militares alzados en 1936. En el 23 le nombraron capitán y fue destinado a Lérida y luego a León, donde estuvo encuadrado en el regimiento de infantería Burgos nº 36".
Prosigue el periodista e historiador que "estando en ese regimiento lo llaman para reprimir la revuelta de Asturias. El abuelo de Zapatero sale de León el 12 de octubre para ayudar a los legionarios y regulares dirigidos por Franco que estaban actuando en el sur asturiano".
"Actuó en la lucha armada contra los mineros socialistas como consta en su hoja de servicios". Además, César Vidal apunta a la posibilidad de que el tan mencionado abuelo del presidente participara en la gran represión contra los mineros una vez aplastada la revolución. Hecho que "no se puede acreditar porque no hay documentación accesible".
Para adentrarnos más en la materia César Vidal nos recomienda el siguiente libro:
- Título: "INDALECIO PRIETO, EL CERCO DE LA FE"
- Autor: RICARDO DE LA CIERVA
- Edita: FÉNIX
- Nº de páginas: 332
- Argumento: Indalecio Prieto fue uno de los grandes personajes de la Segunda república y del PSOE. Responsable directo del golpe de 1934, importante ministro durante la guerra civil, al final de su vida lamentó sus errores y se abrazó al amor de Dios.