Agentes de la Policía Nacional de Salamanca detuvieron a una mujer de 30 años, a la que le constan antecedentes, como presunta autora de un delito de hurto en el domicilio ubicado en la calle Fernando Santos de la capital, donde realizaba trabajos de limpieza. Asimismo se detuvo a su pareja, un varón de 31 años, también con antecedentes, por un presunto delito de receptación, al vender parte de lo sustraído, según confirmaron fuentes policiales.

El pasado 30 de julio, la propietaria de la vivienda una presentó denuncia por la sustracción de numerosas joyas de oro y plata, entre las que se encontraban un reloj, anillos, colgantes, pulseras, cadenas y pendientes, que tenía en distintos lugares del domicilio. También manifestó que no había apreciado ningún tipo de señal de fuerza en la vivienda y que había detectado la sustracción cuando iba a buscar unas joyas y notó que las robadas habían sido sustituidas por bisutería, para mantener la apariencia de contenido en el joyero.

Las investigaciones iniciadas se centraron en una empleada que realizaba tareas de limpieza en la vivienda y que tenía libre acceso a la misma con las llaves facilitadas por la propietaria. Los agentes comprobaron que había vendido desde el día 6 de junio, cinco lotes de joyas en un establecimiento de compraventa de oro de la Avenida Federico Anaya de la capital salmantina. Las mismas gestiones permitieron comprobar que su pareja había vendido, desde el pasado 19 de mayo, otros diez lotes de joyas de las robadas, en tres establecimientos diferentes.

La mujer fue detenida en su domicilio, en la Avenida de Federico Anaya, y también a su pareja tras ser identificado en la calle Pollo Martín.

Los Policía sólo pudo recurperar cinco de los lotes de joyas vendidos, mientras que los otros diez, por haber transcurrido el período legal en el que los establecimientos de compraventa no pueden disponer de los efectos adquiridos, no pudieron ser devueltos. Las joyas recuperadas se entregaron a su propietaria en calidad de depósito, para lo que determine la autoridad judicial a cuya disposición pasaron los detenidos.