La central nuclear de Santa María de Garoña, situada en el Valle de Tobalina (Burgos), registró un vertido el pasado 24 marzo de tres litros de agua radioactiva al caer un bidón en un acto no notificado por el titular y que recoge el acta trimestral sobre las comprobaciones más significativas realizadas por la inspección residente del CSN durante el primer trimestre de 2017, a la que tuvo acceso la Agencia Ical.
En la citada acta, se da cuenta de un hecho no notificado que tuvo lugar a las 10.15 horas del pasado mes de marzo consistente en un incidente radiológico producido al caer un contenedor que había sido extraído de la piscina donde se almacena el combustible y que estaba siendo transportado por una grúa pórtico.
El citado acta informa de que en el momento del transporte se cogió del interior un bidón que se había extraído sin tapa y al que se le colocó un cierre provisional de aluminio que se rompió. En ese momento, según confirman las mismas fuentes, el cierre se rompió y el bidón cayó al suelo desde una altura de tres metros. El titular estima que el derrame fue de tres litros de residuos radiactivo.
De forma inmediata, el titular procedió inmediatamente a cubrir con plástico la zona donde se había producido el derrame instalando a continuación un recinto cerrado con plásticos para que los operarios pudiesen trabajar en la recuperación del vertido. Finalmente, la recuperación radiológica se dio por finalizada a las 10.30 del mismo día tras eliminar unos 23 centímetros superficiales del asfalto afectado.
Finalmente, el titular llevó a cabo un análisis de las causas del suceso encontrando que la pinza eléctrica que estaba funcionando con tres pestillos operativos, de los cuatro que posee, fueron los que causaron el citado derrame.