¿Pueden unas fuentes augurar la muerte de quien se asoma a sus aguas? La respuesta es sí y estos manantiales se encuentran en Velilla del Río Carrión, en Palencia. El historiador del Imperio Romano, Plinio el Viejo escribió hace 2.000 años que allí se encuentran las Fuentes Tamáricas y que quien a ellas se acerca por vez primera y las encuentra vacías recibirá la visita de la parca en un breve espacio de tiempo. De hecho Larcio Licinio, uno de los impulsores del Acueducto de Segovia, se convirtió en la primera víctima documentada de estas fuentes.

¿Realidad o leyenda? El caso es que Plinio aseguraba que los acuíferos se llenaban y se vaciaban sin ningún tipo de criterio lógico y, actualmente, esta tendencia se mantiene. Este es uno de los misterios de unas fuentes que fueron adoradas los tamáricos, uno de los pueblos más batalladores de la antigüedad y que convirtieron el parque de la Reana en un lugar de culto.